Hugo Lacoste debuta en el porno gay y se hace un pajote con su enorme polla para Men Of Montreal

 No puedo evitarlo, esto de lo que dan en llamar "newcomers" en el resto del mundo o, como diríamos en nuestro país, nuevos actores o nuevas caras, que debutan en el porno gay es lo más. Las diferentes produtoras y páginas en internet constantemente están contratando a nuevos chicos que desean introducirse en este mundo que tanto nos gusta y de vez en cuando alguno de ellos, con un poco de tiempo, termina siendo una gran estrella del porno que firma contratos sin parar.

El secreto para que un tio triunfe en el porno gay lo desconozco, diría que todo reside en el atractivo que despierta ante las cámaras. Si me preguntasen a mí, diría que todo es cuestión de un flechazo. Reconozco que me flipan las pollas grandes, un cuerpo de gimnasio y un buen culazo, los tios guaperas con un aire de malotes y sobre todo con cero pluma y muy muy machotes, pero el tamaño del miembro y el físico queda relegado a otro plano si el chaval me gusta y tiene una cara que me pone, entonces ya puede tenerla como quiera, que unos ojos y una carita guapa ya es suficiente.

Malotes como Brad Star en primer lugar, del que su mirada me invita directamente a cogerme la polla y no parar, unido a ese pene que se gasta tan grande entre las piernas, que en estado de relax está para chuparle hasta el infinito mientras se le agarra ese culazo grandote que tiene (¡dónde estás por favor Brad!). Malotes como Marc Dylan o Marcel Schlutt, con una mirada y una sonrisa que dicen "fóllame", esa barbita de tres días para darles de besos sin parar.

Alguien que me conoce muy bien dice que en todos los actores porno gay y tios que me gustan hay un patrón común, sus caras de chavalotes, no de tios duros, y es verdad.

No sé si os pasa a vosotros, imagino que sí, pero yo cuando veo la foto de un tio, es como un flechazo, o me mola o no me mola, y si es que sí, ya es como una necesidad ver más de él, cómo es su cuerpo, la primera vez que se baja los calzoncillos y saca su polla, cómo folla, la cara que pone cuando se la meten, cómo besa... y en este sentido las páginas que los contratan saben cómo mantenernos con las ganas, primero con una fotillos, más tarde la primera paja en solitario, después su primera follada, si es activo con el tiempo su primera vez como pasivo y dependiendo de la productora, alguna que otra orgía. Un viajecito temporal que me pone y mucho (mmm Rocco Reed).

Y en este sentido ayer en la página de Men Of Montreal me fijé en un chavalote sentado sobre un mueble de cocina, un chaval morenito de pelo corto con esa cara de malote que tanto me gusta, facciones de machote muy marcadas, una mirada bonita que invita a comérselo, con un cuerpo bien trabajado, pectorales, abdominales, brazos musculosos, marcando biceps cogiéndose la polla y muy atractivo, vamos, el tipo de tio con el que no me lo pensaría u segundo y al que dejaría que me hiciese lo que quisiera.

Su nombre es Hugo Lacoste y es uno de los nuevos actores de la página MenOfMontreal.com. Un chavalote franco canadiense con 22 años con un cuerpo de estos que tanto me gustan de los que salen en Fratmen. Se considera a sí mismo bisexual y confiesa que a los 17 años tuvo sus primeras experiencias con chicos. El chavalote mide 1,82 y de aquí en adelante cualquier tio que se cruce en su camino, tendrá la suerte de probar su enorme pollón, grandísimo incluso sin estar en erección, nada menos que 21 centímetros.

Su primera escena es un solo, haciéndose una buena paja en la cocina. Ya me gustó todo de él, pero cuando en el tráiler veía cómo salía, o más bien saltaba, aquella polla larga y perfecta curvadita por estar apretada entre los calzoncillos, me relamí pero bien, pensando que se la cogía de un manotazo y dejaba que me follase la boca sin descanso. Además el cabronazo tiene unos huevazos bien grandes, con lo que me mola hacer una buena comida de pelotas y sentirlos bien con la mano y golpeando la barbita mientras me como la polla.

Para esta primera escena, nos lo presentan como un tio normal de la calle (que no deja de serlo) en compañía de un reconocido actor porno, Marko Lebeau, que le hace una pequeña entrevista en la que cuentan varias cosas como por ejemplo en qué consistirá la escena, en hacerse una buena paja con una buena explosión final, que estudioa para abogado policial y este es su tercer año en Montreal, el tamaño de su polla, de unos buenos 21 centímetros, larga y descapulladita, de que a los 15 años ya se había follado a una tia y a los 17 a su primer tio.

Verle iniciar la escena ya me pone muchísimo, fregando en la cocina, con vaqueros y una camiseta ajustadita marcando músculos hasta que se le cae una tabla al agua y se salpica, lo que provoca que tenga que quitarse ropa. Se quita primero la camiseta dejando al descubierto un cuerpazo de lujo mientras sigue limpiándose y con el esfuerzo marca los abdominales.

Ya se adivina el tamaño de su rabo cuando con la mano va sobándose el paquete debajo de los pantalones y en un movimiento se ladea la polla dentro de los calzoncillos y sale hacia arriba aún dentro de ellos. Así sigue un rato dejando que vuele nuestra imaginación, repasando bien el paquete, moviendo su polla de lado a lado y marcando tambien las pelotas. Antes de quitarse los calzoncillos deja al descubierto la base del pollón, casi sin pelo, ya se intuye por la anchura que va a ser un rabo espectacular.

Se lo masajea un poco con la mano, la saca de su encierro y allí está, dejándola caer y rebotando en toda su grandeza, gorda, dura, enorme, preciosa, con un capullo bien gordo de las mismas proporciones que el tronco del rabo. Si ya me gustaba antes de sacársela, ahora me gusta más. Se la sigue meneando mientras se quita los pantalones, se la pone mirando hacia abajo haciendo destacar todo lo larga que es, y mientras termina de quitarse toda la ropa y se queda desnudo, con cada movimiento es imposible no quedarse observando esa maravilla que tiene entre las piernas bamboleándose por inercia de un lado a otro. Pesar pesa la condenada polla, si no no se movería así

Tiene que se un gustazo sentirla en la boca y en las manos, sentir unos golpecitos en la cara y la boquita de ese pollón y cómo se abre camino dentro del culo mientras admiras todo lo demás que Hugo tiene para ofrecer, que es mucho.

Cada chaval tenemos una manera de pajearnos única casi, aunque haya una universal que es la de hacer hueco con la mano con los cuatro dedos debajo y el dedo gordo encima y subir y bajar por el pene simulando una cavidad apretadita. La de Hugo, además de esta, es la de magrearse su polla de varias formas, cogiéndola del revés, apretándola y dejándola caer. Sobre la encimera de la cocina, abierto de piernas, meneándose semejante rabo que de vez en cuando deja caer por su peso y hace rebotar bien grande, dejando entrever la entrada del culito y con las pelotas bien guapas subiendo y bajando, esa cara con barbita sintiendo el gustazo y gimiendo.

Magnífico el plano desde abajo, viedo el rabo pajeado contra su cara, la mano desde la base, subiendo y bajando, una polla magnífica y enorme que parece gigantesca.

Pero la cosa no acaba ahí. Como si de un adelanto se tratase, el chaval se pone a cuatro patas sobre el suelo enseñando un culazo enorme, con los huevos colgando y pajeándose sin parar la polla que sobresale entre las piernas. Con la otra mano aprovecha para acariciarse la entrada del culo. Sólo espero que no me deje con las ganas y que alguien le pete bien ese culazo con un bue rabo como se merece.

Para acabar, se pone en la esquina contra los muebles y se pajea con más rapidez hasta que en tres planos distintos, uno de ellos de cerquita en los abdominales, se corre con varios lefazos escupiendo buenos chorros de leche que le caen encima. Cuando ha terminado, sigue acariciándose la polla, que siempre tiene el mismo tamaño enorme y la deja rebotar sobre la corrida.

Hugo Lacoste es perfecto, guapo, buen cuerpo, buen culo, atractivo, y encima, a pesar de no ser la más grande en el porno gay, tiene una polla que con esa longitud y tamaño para su cuerpo parece mucho más grande. No soy mucho de ver escenas de pajotes en solitario, pero esta escena merece mucho la pena, ya no por la corrida final, sino por el conjunto de este chavalote que espero ver mucho de aquí en adelante. Me apunto su nombre a fuego.

Disfruta de las fotos haciendo click sobre ellas, tamaño XXL como su enorme rabo, a disfrutar tios!!